domingo, 17 de enero de 2010

EL MITO DE EDÉN

Según narra el autor (o autora) del Génesis, el personaje Dios plantó un jardín en Edén de donde salía un río que se dividía en cuatro brazos, dos de ellos los conocidos ríos Tigris y Éufrates que desembocan por el actual Kuwait en las aguas del Golfo Pérsico. Estos son datos que sitúan el mítico lugar en la región de Mesopotamia y el Golfo Pérsico, cuna de la primera civilización que inaugura los tiempos históricos de la humanidad: la sumeria. Según la fábula bíblica, ya en el jardín, Dios forma al hombre, sin darle un nombre, y planta árboles frutales y otros dos árboles especiales: el árbol de la ciencia del bien y del mal, y el árbol de la vida en el centro del jardín, y le manda al hombre -cuando aún no está la mujer- que no ha de comer de éste (no de aquel). Luego forma a la mujer -también sin darle nombre. Después el autor señala cómo la mujer le dice a la serpiente que Dios les ha dicho que no han de comer del fruto del árbol de la ciencia (no del de la vida, que está en el centro del jardín). Dios le había dicho a él (no a ella) que no comieran del árbol que está en el centro (el árbol de la vida). El caso es que comen del fruto del arbol de la ciencia, que el autor no señala como una "manzana", cosa que es un añadido de la tradición posterior. Cuando sienten verguenza por verse desnudos tapan sus genitales cosiendo hojas de higuera (no de parra, lo cual también es una versión de la tradición). El caso es que el Dios maldice a su creación -serpiente, hombre y mujer- y después de ello el hombre da a la mujer el hombre de Eva. Entonces el Dios expresa su fastidio porque el hombre haya llegado a ser como el mismo Dios, un dios ("como uno de nosotros") conocedor del bien y del mal, y expresa su deseo de que el hombre no tome del fruto del otro árbol, el de la vida (en el centro del jardín) para que no viva para siempre, así que le expulsa del jardín; y temor de que sí tome. Un poco más adelante aparece por primera vez el nombre "Adán". Alguna razón debía tener el Dios para que su hombre no alcanzara la inmortalidad. Ligando esto al mito sumerio, los annunaki eran los dioses que habían venido a la Tierra en busca de oro ya que en su planeta Nibiru debía haber comenzado a agotarse. En el Génesis 6 se hace referencia a los dioses, los hijos de Dios que se unieron a las mujeres, las hijas de los hombres. Para librarse de un trabajo de extracción de oro para el que no estaban diseñados los dioses, el dios Enki sugiere crear a un trabajador primitivo (lulu), una mezcla genética de hombre y annunaki llamado "Adamah" o "pedazo de barro". Como también narra el autor del Génesis, otro de los brazos del río que salía de Edén era el Pisón, que rodeaba a la tierra de Jávila en la que abundaba el oro puro.

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